Blue Giant, la nueva cinta de animación japonesa de Yuzuru Tachikawa, llega a los cines españoles el próximo 8 de marzo gracias a Selecta Vision.
Hemos podido ver Blue Giant con antelación y traeros nuestras impresiones gracias a los amigos de Kinépolis, quienes nos invitaron a la premiere de la película en la celebración de su 25 aniversario en sus impresionantes salas en Ciudad de la Imagen.
Sinopsis de Blue Giant
Desde que un amigo le llevó a una actuación de jazz en vivo que le emocionó a un nivel profundo, el estudiante de bachillerato Dai Miyamoto ha practicado con el saxo día y noche. A pesar de que no es capaz de leer partituras, toca con toda su pasión. Tras su graduación, el jazz le lleva a mudarse a Tokio, donde conoce a un talentoso pianista llamado Yukinori Sawabe.
Al principio Yukinori no le toma en serio, pero tras oírle tocar cambia de idea y juntos deciden formar una banda. Pronto se les une el batería novato Shunji Tamada y los tres forman JASS. El objetivo del trío es tocar en el club de jazz más importante de Japón, So Blue, y cambiar la escena japonesa del jazz. Pero justo cuando comienza a aparecer la posibilidad de tocar en vivo en So Blue, ocurre algo completamente inesperado…
Crítica de Blue Giant
Yuzuru Tachikawa, director de obras anime como Steins;Gate, Kill la Kill o Terror in Resonance, nos trae la adaptación cinematográfica del manga Blue Giant. Para ello, se sirve del rico y exótico imaginario visual y sonoro del mundo del jazz. Creando así una única e inesperada experiencia sensitiva que se atreve a ir mucho más allá de los límites establecidos por cualquier tipo de narrativa convencional.
La estructura de la película se orquesta a base de los rasgos y recursos comunes del coming of age, siguiendo de este modo el rápido crecimiento y camino a la madurez de Dai Miyamoto, tanto como músico, como persona. Cuenta con una construcción sólida del entramado argumental, de un ritmo pausado y meditativo que da espacio a varias secuencias de naturaleza musical de un desempeño técnico sobresaliente.
La técnica de animación – quizá el punto más polémico de la obra – combina modelados 3D y CGI con otros sistemas tradicionales. Este método lo hemos podido ver en muchas películas anime recientes como Dragon Ball: Super Hero o The First Slam Dunk. A pesar del contraste, este no desentona ni impide el disfrute del propio visionado. Dicha mixtura responde a necesidades narrativo-visuales y es coherente con el tono estético general de la cinta. Se queda en algo anecdótico, nada alarmante.
Saxofón, piano y batería
Las set-pieces más brillantes de Blue Giant dan lugar a que ocurran diversos y determinantes momentos mágicos en los que los instrumentos y las notas toman un total protagonismo. Es ahí cuando un eclipse musical arrolla al espectador, sumergiéndole en un estado de éxtasis provocado por las evocadoras imágenes que se suceden una tras otra a una velocidad vertiginosa. Los apabullantes solos de saxofón, piano y batería nos erizan la piel, golpeando nuestros tímpanos mientras recorren hasta el último de los rincones de nuestro sistema nervioso.
Estas asombrosas sesiones de Free Jazz de hasta siete minutos de duración, colocadas en los puntos clave del metraje, tienen la capacidad de hablarnos sobre las inquietudes, los miedos, las ambiciones, el sacrificio, los sueños y la dedicación de cada uno de los protagonistas. Absortos en sus instrumentos, los talentosos jóvenes dan rienda suelta a sus habilidades musicales y sus distintivas sensibilidades, abriéndose en canal a través de estos en inolvidables set-pieces musicales.
Conclusión
Blue Giant es una, indudablemente, abrumadora historia que nos habla acerca de la devoción incondicional por la música y su poder infinito como canal de expresión de emociones. Una obra altamente inspiradora, imaginativa, estimulante y emocionante. Dos horas de puro y deslumbrante jazz en forma de cine de animación de máxima calidad.