El mundo es muy pequeño, o al menos eso parece en ‘First Dates’. Nerea estaba esperando a que llegara Salva, y casi se cae de la silla al ver allí a su padre. El hombre le deseó suerte, aunque luego no vio con buenos ojos que su cita le hiciera un bailecito de striptease.
Amor de padre
Nerea se dedica a la medicina estética, es de Sant Boit de Llobregat (Barcelona) y tiene 21 años. Le encanta el tema de la moda y la belleza: «Tengo un retoque estético en los labios, con ácido hialurónico». Buscaba un chico que cuidara tanto su mente como su físico, y que su personalidad fuera «una bomba».
Una vez sentada, se quedó en shock porque le pareció ver a su padre sentado en el restaurante. Resulta que sí, estaba teniendo una cita con otra soltera y los dos se quedaron a cuadros porque hacía meses que no se veían: «Ya no es una cría, tampoco quiero estar siempre encima de ella«. Al final, se desearon suerte mutuamente y siguieron con sus citas.
Salvador «Salva» era su cita: 26 años, también barcelonés y consultor de TIC. Dice que ha cultivado tanto lo físico como lo emocional, y lo suyo son los abrazos. Al verle entrar, a Nerea le gustó su energía y le pareció mono.
A él le sorprendió saber que Roge, el padre de Nerea, estaba cenando al lado y se levantó de repente: «O tiene un apretón o ha huido» pensó ella. Cuando volvió, pincharon música y Salva se acercó bailoteando a la mesa de su padre. A ella le dio un poco de vergüenza verles bailar, pero lo mejor estaba por llegar.


Salva empezó a hacerle un baile sexy mientras se arrancaba la camiseta: «Para esta situaciones soy muy vergonzosa, no sé dónde meter la cabeza» dijo ella. Roge desconfió de él y pensó que no era el tipo de chico que quería para su hija. «Tengo muchas facetas» sonrió Salva.
Después de ponerse a presumir de músculos, ambos hicieron un trato: él le invitaba a esa cena y ella a la siguiente. Así pues, Salva afirmó que quería seguir conociéndola para saber más de ella, y Nerea suscribió todo lo que dijo.
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